LA LLEGADA El sábado 12 de julio, tras el envío que nos hicieron las hermanas de la casa de Amapolas, en nombre de toda la Congregación, llegamos a Cochabamba después de haber recibido la primera acogida de las hermanas en Santa Cruz. Allí nos recibieron de nuevo con alegría y amor M. Carmen, M. Julia, M. Mirna y M. Juani, poniéndose a nuestra disposición para cualquier cosa y abriéndonos las puertas de su casa como si fuera nuestra. De este modo una parte del grupo venidas desde España (M. Pino, M. Josefina, Elena, Ana e Inma) y Paola desde Chile comenzamos a construir nuestra labor en el comedor y en la biblioteca dando apoyo escolar en el cerro de S. Miguel y el censo de población de la parroquia San Carlos de Tij Ti, donde también nos alojamos. Al mismo tiempo que una parte del grupo comenzaba el trabajo, la otra parte (Pamela, Claudia, Jacqueline y Mónica) emprendía su camino desde Chile, siendo enviadas desde la comunidad de Condell (Santiago), llegando el martes a Santa Cruz, donde pasaron la noche, para retomar el viaje al día siguiente y llegar a nuestro destino el miércoles con el deseo de conocer el grupo, la misión, las hermanas… y con el único objetivo de comenzar cuanto antes a servir. A pesar de venir de diferentes tierras hemos formado un buen grupo, capaz de sobreponerse a las dificultades, de compartir el trabajo día a día y hacérnoslo más llevadero, teniendo siempre presente que es Dios el que nos da la fortaleza y la serenidad para caminar juntas hacia una misma meta: hacer del servicio el instrumento de dios presente.
CON PASOS FIRMES EN MEDIO DE LA MISIÓN El camino emprendido ha alcanzado su segunda semana, luego de haber conocido un conmovedor mundo, hemos centrado nuestras pisadas, ya no desde una aventura desenfrenada, sino más bien, desde un conjunto de actividades habitualizadas, con metas claras, que nos han ayudado a concretar poco a poco los planes y sueños trazados en un comienzo. Se realizó un sincero y ameno encuentro, el pasado domingo, con los jóvenes de la comunidad de San Miguel, momento en que cualquier frontera fue derrumbada, mas sin darnos cuenta eliminamos cualquier distancia; fue increíble conocer cuantas semejanzas tenemos, muchas mas de las que nos podríamos haber imaginado, ratificar que un corazón joven, donde se encuentre, tiene un solo horizonte lleno de verdad consagrado en nuestro Señor Jesucristo. En medio del trabajo con la comunidad, realizada con nuestros hermanos bolivianos, se han guardado pequeños, pero significativos espacios de compartir, dejando lugar para disfrutar de las belleza y dulzura de este suelo, ésto plasmado en la bella experiencia que fue la visita al Cristo de la Concordia. En estos días se ha concluido gratamente el trabajo del CENSO de la población de Tijti Sur bajo, donde se ha conocido información relevante respecto de sus necesidades e inquietudes; dando paso a una segunda etapa de diagnostico representativo. Por lo pronto nuestras primeras luces, basadas en el deseo incesante de los pobladores de contar con un lugar que albergue, a los niños, mientras sus madres trabajan ha tenido respuesta. En consecuencia, por medio de esta sentida realidad y habiéndolo conversado con el generoso sacerdote, Padre Mario; se ha elaborado un proyecto denominado: “Guardería del Padre Cueto en Tijti” con el afán de que se transforme en una humilde ayuda, presta a desarrollarse, en el momento indicado, con la calma y prudencia que amerita. Siguiendo con el trabajo de enlace con la comunidad, se han desarrollado talleres de manualidades con las mujeres los días martes y jueves. Les contamos también de nuestro incansable trabajo con los niños; esta semana, aparte del trabajo diario del refuerzo escolar por las tardes, se efectuaron dos sesiones de títeres, con el objeto de trabajar hábitos de higiene y cuidado del medio ambiente. A la vez se realizó una mañana recreativa con los niños del Cerro San Miguel, a modo de homogeneizar las actividades con las dos misiones: Tijti y San Miguel. No ha podido estar ausente en nuestro caminar, el encuentro eucarístico con Cristo, junto con el rezo de Santo Rosario, el que además ha tenido un doble significado en esta tierra, decorado por las festividades de la celebración del apóstol Santiago. Los jóvenes de la comunidad de San Miguel luego del encuentro realizado la pasada semana, nos hicieron una maravillosa invitación, un encuentro cultural, desarrollado hoy domingo, donde se dieron a conocer símbolos de cada nación: Chile, España y Bolivia; compartiendo bailes: desde la Cueca Chilena, la Isa Canaria y la Cueca Cochala, además se degustaron algunos platos típicos, todo esto en un ambiente de alegría y fraternidad.
LLEGÓ LA TERCERA SEMANA Ha sido nuestra tercera semana lejos de nuestros hogares pero, aquí estamos, sobre pasos firmes, entregando todo lo que somos por esta gente, estos niños, estos hermanos. Arrancamos el lunes con un inesperado partido de fútbol con los cleferos (drogodependientes) en el cerro San Miguel, quienes todas las mañanas cariñosa y respetuosamente nos saludaban con un “buenos días hermanitas”. Así, percibimos que silenciosamente esperaban un encuentro con nosotras. Dicho encuentro, finalizó el día viernes con un nuevo partido y la limpieza de la cancha. Por la tarde de este día, continuándolo en las tardes del miércoles y viernes, se realizaron manualidades con las madres de Tijti y paralelamente se convocaron a los niños para efectuar actividades de entretenimiento, tratando de inculcar el cuidado de la higiene personal y del medio ambiente, a través de dibujos, canciones, títeres y obras de teatro. Esta semana hemos concluido con uno de los principales objetivos del Cuet Joven, nos referimos al “censo Tijti”, el cual terminó el día lunes con la trascripción de los datos al soporte informático. Dedicándonos, posteriormente los días, martes y miércoles, a la visita de las familias que presentaban más necesidades, compartiendo con ellas una oración y una charla. Como grupo recibimos una invitación para disfrutar de un espectáculo de bailes latinoamericanos tales como: cuecas, salsa, cumbia, etc. Por tanto, el jueves por la noche nos trasladamos hasta uno de los teatros de Cochabamba, respondiendo así a la invitación de este grupo folclórico, que de por sí, nos demostró su dedicación y buen trabajo. Este conjunto nació de un proyecto apadrinado por la Congregación y hasta hoy continua en marcha. El fin de semana, día sábado, tuvimos un encuentro de jóvenes en Tijti, en el cual participaron jóvenes de la zona y de San Miguel, con la finalidad de hacer comunidad entre las dos localidades. Quedamos impresionadas al contar con la presencia de 25 miembros aproximadamente, con quienes vivimos una entretenida, emotiva y reflexiva tarde. Terminamos nuestra tercera semana con la primera Eucaristía en el templo de Tijti, acompañadas, por aquellas familias que han participado de las actividades organizadas y con parte de su comunidad. A la hora del almuerzo, compartimos nuestra mesa y un rato agradable junto al querido Padre Mario, quien se mostró agradecido por nuestra presencia en estas tierras y entre su gente.
LA DESPEDIDA Nos encontramos en nuestra última semana de misión, con lo que todo ello conlleva. Hemos estado cerrando algunos capítulos de nuestro paso por estas especiales tierras cochabambinas. Es así como el lunes invitamos a los niños y jóvenes del Cerro Tijti Sur a participar en un encuentro final cargado de emociones y de buenos deseos para el futuro que acá continúa. De esta manera, los niños jugaron, presenciaron una obra de títeres y gozaron de un rico chocolate con bizcocho. Por otro lado, los jóvenes tuvieron un segundo encuentro donde participaron de diferentes dinámicas y se comprometieron a hacer crecer esa pequeña semilla que parece haber quedado en sus corazones. Dios quiera que sean ellos los que continúen con la misión de levantar la dignidad que este pueblo boliviano se merece. Terminada esta actividad con niños y jóvenes acudimos a la invitación del rezo del Rosario en la casa de la Sra. Soledad, una mujer bastante movida por el Señor dispuesta a aportar su granito de arena, junto a su marido y su hija, con el fin de mejorar la realidad en la que viven. Fue un rato bastante agradable donde asistieron algunos vecinos y se nos brindó una hermosa acogida. Por otra parte, el día martes, realizamos una evaluación grupal en la que expresamos sentimientos individuales, inquietudes y propósitos de futuro que nos permitan continuar con esta misión en cada lugar al cual el Señor nos destine. Fueron momentos bastante emotivos donde concluimos que nuestra labor se llevó a cabo en una realidad bastante compleja y dura, con unas condiciones de vida precarias. Todo esto nos ha permitido vivir con radicalidad el mensaje del Evangelio, tratando de “dar amor a quien muere de desesperación” (MTC). En la tarde de este mismo día, y en vísperas de la celebración de los 183 años de la independencia de Bolivia, asistimos a un desfile de diferentes colegios de la zona, dentro de los cuales participó el Centro de Capacitación de San Miguel, en el que nos encontramos insertas. En este evento, representaron a dicho establecimiento las hermanitas Mirna y Juani, y diversos profesores, a quienes apoyamos con nuestros aplausos y alegría. En el día de la Patria participamos en el Tedeum que tuvo lugar en la Catedral de Cochabamba a cargo del Señor Obispo. Aquí, a parte de alimentarnos de la Palabra, tuvimos el placer de deleitarnos con el coro allí presente. Ya el jueves en la mañana las Hermanas Pino y Josefina se encargaron de preparar tres lustradores (limpiabotas) con el fin de entregárselos a tres niños pertenecientes a las familias con mayores dificultades de Tijti Sur. Estos quedarán a cargo de la parroquia, que administrarán el dinero trabajado por los niños según las necesidades que vayan presentando. Este proyecto versa “Amigos de la Verdad, Grupo Padre Cueto”. En la tarde, celebramos la Eucaristía por la víspera de la festividad de Sto. Domingo de Guzmán, la cual concluyó con juegos y una chocolatada para los niños de Cerro San Miguel. Ayer viernes nuestras bondadosas hermanitas nos prepararon un especial almuerzo por la celebración de la festividad anteriormente mencionada. El Padre Mario nos regaló una rica torta, la cual compartimos con toda la comunidad. Ya en la tarde acudimos a la Eucaristía celebrada por los hermanos franciscanos quienes nos sorprendieron con la calidez de su atención. Con anterioridad a la misa, tuvimos la oportunidad de participar de la procesión en la que se trasladó a Santo Domingo desde la iglesia franciscana a la iglesia dominicana de Cochabamba con la participación de monjas, religiosas, sacerdotes, frailes, seglares y alguna que otra postulante. Hoy sábado en la mañana, con pala y picota en mano, tuvimos la ocasión de cavar hoyos con el fin de plantar futuros árboles en el parque situado junto al Centro San Miguel. Nuestros brazos un tanto doloridos ahora nos dan a reflexionar aquella importante frase del Padre Hurtado: “dar hasta que duela”. Esta expresión podría ser resumen de nuestro paso por acá, del esfuerzo realizado por hacer crecer esa semilla de amor en los diferentes rostros de personas bolivianas que nos hemos ido encontrando. Ahora sólo nos queda dar las gracias a cada una de las personas que hicieron posible nuestra gran experiencia acá, la cual quedará marcada en cada una de nosotras por siempre. Gracias a quienes se preocuparon por invitarnos y acogernos con entusiasmo, a quienes nos proporcionaron gratuita y amablemente aportaciones materiales para este pueblo y, especialmente, a quienes nos han tenido en sus oraciones a lo largo de toda esta andadura. Dar gracias también a quienes se han preocupado por enviarnos correos y hacernos sentir la alegría del acompañamiento. Y, como no, agradecer a esta comunidad de hermanas que con su preocupación diaria nos han hecho sentir como en casa… ¡¡GRACIAS!!
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