El admirador de Santa Teresa de Ávila

Santa Teresa de Jesús, bajo el punto de vista de su ingenio, de su magnanimidad y de sus escritos, es uno de los tantos artículos que el P. Cueto dedicó a la Santa castellana. En el Boletín de Manila se recogen cinco artículos donde se considera a Santa Teresa de Jesús bajo el punto de vista Teológico. Si desde cualquier lugar, el conocimiento de la vida y obra de la Santa andariega cautiva, la etapa del P. Cueto en Ávila sirvió para acentuar el conocimiento y el amor, hacia esta singular mujer.
Conocedor de la obra escrita de la Santa, el P. Cueto, interpela en sus artículos al lector indicándole dónde encontrar los diferentes aspectos de tan compleja y atractiva vida «¿Se quiere saber cómo Dios está en todas partes…? Pues léase entre otros el capítulo 28 de su «Camino de Perfección». ¿Se quiere saber la bondad, la misericordia, y la justicia divinas, perfecciones hermanadas, a pesar de su aparente incompatibilidad…? Pues léanse varios capítulos del libro de su «Vida».
Adelantándose a su tiempo, el P. Cueto la denomina «Santa Doctora», resalta su valentía para llevar a cabo empresas arriesgadas y superar las muchas dificultades que estas conllevan. La gloria de Dios y la salvación de las almas son el objetivo que la motivan y la hacen fuerte e incansable.
Refiriéndose al estilo literario, el P. Cueto hace suyas las palabras de Fray Luis de León, afirmando que es «La elegancia misma» y luego, al hablar de su obra impresa, de las formas de su lenguaje, prosigue el P. Cueto: «son castizas, sumamente expresivas, generalmente correctas y hasta elocuentes y galanas» . Ciertamente es una delicia leer estas páginas, escritas con mucho corazón, en las que se autodenomina «admirador de la Santa».