Padre Cueto
Clausura de la Fase Diocesana del Proceso de Canonización del P. Cueto

“En nombre de Dios. Amén.

En el año del Señor de 2007, día 12 de Junio a las 19,00 horas, tercer año del pontificado de S.S. el Papa Benedicto XVI, ante el Excmo. y Rvdmo. Mons. Francisco Cases Andreu, Obispo de la Diócesis de Canarias, constituidos en Tribunal el M.I. Sr. D. Juan Artiles Sánchez, Juez Delegado, el M.I. Sr. D. Carmelo Rodríguez Ventura, Promotor de Justicia, yo, la notario, presento tanto las actas originales como dos ejemplares auténticos del proceso en su fase diocesana, instruido por dicho Juez Delegado, sobre la vida, virtudes y fama de santidad del Siervo de Dios Fray José Cueto y Díez de la Maza.”

Con estas palabras, pronunciadas por Dña. María Rosa de la Nuez Perera, daba comienzo el acto público de clausura de la fase diocesana del proceso de beatificación y canonización del P. Cueto. Palabras que resonaban impresionantes en la Catedral de Las Palmas, abarrotada de fieles a los que el cariño por el P. Cueto y por nuestra Congregación habían traído en esta tarde desde muchos lugares de las Islas y de la Península.

De alguna forma estábamos todas las hermanas de la Congregación en la Catedral. Los mensajes y llamadas recibidas de las comunidades y provincias de la Congregación a lo largo del día, hacían bien palpable la presencia en comunión de las que físicamente estaban más lejos. Las hermanas que fueron llegando a lo largo del día desde las comunidades de Canarias y la Península, representaban no sólo a sus comunidades sino a todas las Provincias, reunidas en este momento tan especial para dar gracias a Dios por la vida y la obra del P. Cueto, por el carisma recibido del Espíritu a través de él, por nuestra historia que hunde sus raíces en la suya… y por tantas cosas que a lo largo de los años Dios ha hecho en medio de nosotras.

Mª del Pino Batista, priora General, al dirigirse a la asamblea resumía con palabras del salmo 125 los sentimientos de este momento: “El Señor ha estado grande con nosotras y por eso estamos alegres”. Alegría y solemnidad en un acto lleno de simbolismos cargados de sentido. El báculo y mitra del P. Cueto colocados en un lugar destacado, nos hacían bien palpable su presencia en esta iglesia Catedral, en la que él mismo presidió tantas veces la celebración litúrgica. La solemne polifonía del coro dirigido por Inmaculada Egüés, que llenaba la catedral de cantos de acción de gracias; la presencia de tantas personas cercanas a la Congregación, que comparten con nosotras de una u otra forma el carisma recibido nos hacían sentir la fuerza expansiva del amor sin fronteras que distinguió la vida del P. Cueto… El propio Monseñor Francisco Cases Andreu, Obispo de la Diócesis de Canarias, que presidía la celebración así lo destacó en sus palabras entrañables: El amor con que vivió el P. Cueto nos llama a vivir el amor…..

En medio de un silencio impresionante fueron desarrollándose los diversos elementos de esta solemne ceremonia en la que públicamente, bajo la presidencia del Sr. Obispo, se cerraba una etapa en la que se ha investigado y documentado en la diócesis la fama de santidad del P. Cueto. Años de trabajo y dedicación de muchas personas que en este momento veían condensados sus desvelos en el contenido de tres maletas que fueron selladas y lacradas en la ceremonia para ser entregadas en el Vaticano a la Congregación para las causas de los Santos. Más de 15.000 folios que encierran el misterio de una vida, la del P. Cueto, dedicada por entero al servicio de la Iglesia. Allí se guardan los testimonios de quienes directamente le conocieron y experimentaron su bondad y desvelo pastoral, su rectitud, su dedicación a los más pobres, su rostro de padre y fundador, sus escritos, cartas pastorales, sermones… y entrañables cartas a las hermanas de la Congregación. Solamente el silencio podía expresar los sentimientos más profundos de este momento y éste era tan denso que podíamos escuchar hasta los leves sonidos que se producían al envolver con cintas rojas las maletas y lacrarlas y sellarlas.

Las palabras de Mª del Pino Batista al finalizar el acto, recibidas con un cerrado aplauso de todos los presentes, pusieron punto final a este acto, recordándonos que “estamos llamadas a seguir mirando a nuestro mundo, sufriente y herido, con el desmesurado amor con que lo hizo el P. Cueto”. Y nos invita a “dar rienda suelta a la creatividad que genera el amor”.

Después de la ceremonia celebramos el acontecimiento y el encuentro con un brindis en el patio del Colegio de San José, preparado por la comunidad educativa en un gesto elocuente de su cercanía y amor por la Congregación. Ya desde primera hora de la tarde habían trabajado para preparar todo con una belleza y detalles ciertamente impresionantes: “Hazedlo todo con belleza y dulzura”. ¡Gracias! Su colaboración hizo posible un encuentro gozoso y festivo de todos los que celebraban con nosotras este momento tan especial: padres de familia y profesores del colegio, dominicos llegados de varios lugares, hermanas que fueron miembros de la Congregación y siguen sintiéndose unidas a nosotras por los lazos del amor, la amistad y las muchas experiencias de vida compartidas y celebradas, sacerdotes de la diócesis de Canaria, amigos y familiares de las hermanas…

En esta primera crónica, queremos dejar constancia del agradecimiento de todas y cada una de las hermanas de la Congregación a quienes han hecho posible este momento. En primer lugar las hermanas que han participado más directamente en el proceso diocesano: M. Beatriz Pérez, vicepostuladora; Inés Manrique que ha informatizado todos los escritos del P. Cueto y todo lo escrito sobre él; Mª Teresa Sancho que, a demás de escribir los prólogos a cada uno de los volúmenes recopilatorios de los escritos, ha agilizado esta última fase del proceso diocesano; Tere Murillo, que ha formado parte de la Comisión Histórica del proceso. Especial agradecimiento también a la Provincia de San José que se ha hecho cargo de los preparativos de este acto, a la comunidad de San José que ha acogido con entrañable cariño a quienes hemos acudido desde otros lugares, a todas las hermanas de la Congregación que han logrado con sus gestos de cercanía que celebráramos este 12 de julio de 2007 con un solo corazón y una sola alma.

Pilar del Barrio

 Ver álbum de fotos

Logotipo Oficina de Internet
teléfono: 91 598 79 73
Contacta con nosotras