La Búsqueda
Un anciano rabino se había quedado ciego. Un día le dijo un taumaturgo: "confiate a mí, y yo te curaré de tu ceguera". A lo que el rabino respondió: "No me hace falta, puedo ver todo lo que necesito".
Un anciano rabino se había quedado ciego. Un día le dijo un taumaturgo: "confiate a mí, y yo te curaré de tu ceguera". A lo que el rabino respondió: "No me hace falta, puedo ver todo lo que necesito".