21 Años en el cerro San Miguel

Presencia y predicación Dominicana

Gratitud. Es lo que brota luego de 21 años de presencia en el cerro San Miguel, en el centro Parroquial perteneciente a la Parroquia San Carlos. 21 años de presencia y predicación dominicana como Dominicas Misioneras de la Sagrada Familia.

Es bueno darte gracias. Oh Señor (Salmo 90)
¡Gracias! Cerro San Miguel, Centro Parroquial. Llegamos el 9 de marzo de 1996 para ser comunidad formadora inserta. Comenzamos recorriendo las calles empedradas para consultar a los vecinos y vecinas que esperaban o querían de nosotras.

Den gracias el Señor, porque él es bueno (Salmo 135)
¡Gracias! P. Mario Comina por la acogida y confiar en nosotras. Un franciscano hermano, amigo, compañero, un hombre de Dios que nos cuidó en los primeros 12 años, luego desde donde estuviera mantuvo el cariño y la amistad santa como él dice… hasta el día de hoy.

Eternamente cantaré los favores del Señor (Salmo 88)
Por aquí hicieron presencia Pino León, Herminia Zúñiga, Mirna Uribe, Haydee Grimaldo, Rosario Cruz, Carmen Torti, Julia Pacheco, Juana Carrillo María Elena Durán, Marcela Soto… hicieron experiencia jóvenes postulantes, una novicia y una juniora, además de jóvenes voluntarias. Dejamos huellas y nos dejaron huellas.

Te doy gracias, Señor, con toda mi alma (Salmo 137)
¡Gracias! A los/as jóvenes que hicieron familia con nosotras en muchos momentos, llegando a ser MJD, hoy con sus propios proyectos de vida como adultos/as.

Entonen al Señor un canto nuevo, pues obró maravillas (Salmo 97)
¡Gracias! a las abuelas y abuelos que cada mes se reunían a conversar en su lengua quechua.

Aclama al Señor, tierra entera, sirvan al Señor con alegría (Salmo 99)
¡Gracias! Niños y niñas que cada día con sus risas, gritos, carreras llenaban el patio, el comedor… la biblioteca.

Oh Dios, te bendecimos, te damos gracias (Salmo 74)
¡Gracias! Por todas las personas que han participado y se han formado en los distintos espacios de pastoral.

Canten al Señor toda la tierra (Salmo 95)
¡Gracias! A las señoras de la comunidad, perseverantes en acoger en sus casas la Palabra de Dios, en ayudar a quien lo necesitara, en recibir al Niño Dios, en celebrar la muerte y la vida.

Den gracias al Señor de los Señores (Salmo 135)
¡Gracias! A las/os participantes que creyeron en la propuesta de la educación alternativa con sus diferentes especialidades.

Canten al Señor un canto nuevo (Salmo 95)
¡Gracias! a la piscina que acoge a los niños, niñas, jóvenes, adultos y ancianos… a través de sus partidos, reuniones, fiestas… aunque también peleas, robos.

Alma mía, bendice al, Señor, alaba de corazón (Salmo 102)
¡Gracias! Por las ventanas que nos permitieron disfrutar en las mañanas del amanecer, de las montañas, de la laguna Alalay… en la noche de las lunas llenas, de la ciudad iluminada… por permitirme crecer como mujer misionera, predicadora y vivir desde lo sencillo junto a otras y otros,

Marcela