Semana Santa en Las Mayas
Jóvenes
Benditos son los pies de los que llegan, para anunciar la paz que el mundo espera, apóstoles de Dios que Cristo envía, voceros de su voz, grito del Verbo.
Esta es la experiencia que un grupo de jóvenes de la ciudad de Caracas y Barquisimeto, que vivimos en la Semana Santa y continuamos experimentando en nuestro interior donde prolongamos esta experiencia y llevamos la noticia de un Jesús resucitado.
Si, enviados a predicar. Cada mañana como discípulos nos despertábamos con el deseo de encontrarle a Jesús en la oración, para luego con gran entusiasmo salir a recorrer el barrio, escaleras, calles de tierra y encontrar su rostro, maltratado en la soledad de muchos ancianos, cuerpos cansados de cargar agua y vivir la escasez del preciado líquido, cuerpos tendidos en una cama por la enfermedad.
Sí, apóstoles que llevaban la buena noticia, un mensaje de alegría, de acompañamiento, disposición para la escucha, y disponibilidad para ofrecer nuestras manos dispuestas a ayudar.
Somos jóvenes enviados a predicar con nuestra vida, sin necesidad de aparentar, desde lo que soy puedo ser buena noticia para el que sufre, somos jóvenes que nos hemos dejado tocar el corazón de JESÚS y nos hemos querido comprometer con Él, abandonar el mundo de superficialidad, consumismo, acomodamiento; y continuar gritando a otro joven JESÚS ESTÁ VIVO Y NECESITA DE TI Y DE MI, Él me llama a gritar sin miedo a ser su vocero en medio de este mundo globalizado, violento e inhumano.