Experiencia de un profesor y padre de dos alumnas del Colegio Vistabella
Jubileo Deportivo Solidario en el Colegio Vistabella, con motivo de la celebración del 800 aniversario de la Orden de Predicadores.
Son veintiocho años vividos en este Centro. Un tiempo que da para mucha formación y para muchas experiencias. Mi crecimiento profesional viene de la mano de las Dominicas Misioneras de la Sagrada Familia. Aquí, en Dominicas Vistabella me he formado como profesor y como educador. Además he tenido el privilegio de formar familia. Aquí conocí a mi mujer y aquí se han formado, académica y personalmente, mis dos hijas; la más pequeña ha terminado este año. Me resultará difícil, a partir de ahora, entrar en este edificio y no hacerlo con ellas, porque han sido diecinueve años consecutivos haciéndolo. Pero lo haré, cada día, agradecido de saber que todos los que forman la Comunidad Educativa han contribuido y multiplicado por mucho la educación y la formación que mis hijas llevan en su equipaje. Gracias.
Como agradecido estoy también por las muchas vivencias experimentadas en este tiempo. Serían interminables mencionarlas todas. Como resumen habría que ejemplificarlas en la última vivida en la celebración del Jubileo Deportivo Solidario que, con motivo del 800 aniversario de la Orden de Predicadores, organizamos y disfrutamos en nuestro Centro.
Resultó un trabajo arduo en la preparación. Casi un curso entero para cuarenta y ocho horas de celebración. Pero mereció la pena.
Mereció la pena ver como tantas familias disfrutaron con alegría de un programa de actividades que tenía la excusa de reunirnos a todos en el Colegio. Los que estamos y los que han estado. Los que somos de Vistabella y los que son de La Laguna, Las Palmas o de La Palma; todos nos sentimos familia en esos momentos, todos nos sentimos Dominicas.
Y, como no podía ser de otra manera que viviendo el mensaje de Jesús de Nazaret a través de Domingo de Guzmán, todo lo que se hizo y se disfrutó tenía como fin ponernos en el lugar de los más desfavorecidos. De ahí el carácter solidario que le dimos a nuestro Jubileo Deportivo. Reunirnos para disfrutar nuestra experiencia y nuestro cumpleaños pero siempre acordándonos de aquellos que menos tienen.
La respuesta de la Comunidad Educativa volvió a ser ejemplar. No teníamos ninguna duda. Todo el que ha vivido el carisma dominicano sabe que no se puede “estudiar sobre pieles muertas mientras manos con hambre se tienden yertas”. Muchas parroquias y centros de acogida fueron destinatarios de tanta Solidaridad en forma de alimentos no perecederos o de productos de primera necesidad.
Gracias a las Dominicas Misioneras de la Sagrada Familia por tanta enseñanza de servicio hacia los demás. El legado que dejan en cada generación bien merece llevar con orgullo el nombre de Dominicas. Gracias por haberme dejado pertenecer a esta familia desde hace casi treinta años.
Enhorabuena a la Orden de Predicadores por 800 años de Evangelización.
Fernando Llombet Hernández
(Director Pedagógico Colegio Dominicas Vistabella)