Noticias

Semana de Nazaret


Jóvenes

Desde el día 2 al 29 de agosto, los jóvenes de Barquisimeto y Caracas (Venezuela), tuvimos la oportunidad de vivir un experiencia junto a los Hermanitos del Evangelio y otros jóvenes.

Semana de Nazaret

Hay tres cosas tres cosas fundamentales en nuestro camino de cristiano; en nuestro ser DISCÍPULOS y es: La Oración-Encuentro, La Comunidad, y el Trabajo como espacio de hacer posible la vida en todos los sentidos.

Desde el día 2 al 29 de agosto y repartidos por pequeños grupos, los jóvenes de Barquisimeto y Caracas junto con algunas señoras de las comunidades de base, tuvimos la oportunidad de vivir la experiencia de Semana de Nazaret junto a los Hermanitos del Evangelio y otros jóvenes y personas de las comunidades cristianas de todo el país.
Esta experiencia la realizamos en el pueblo de Bojó, Estado Lara, (Venezuela), donde los Hermanitos del Evangelio junto a los campesinos del pueblo han ido haciendo posible la VIDA, a través de cooperativas de alimentación: (Siembras/cultivos, panadería, dulcería, etc.) y desde una perspectiva ecológica. Ellos cada año proponen un espacio de encuentro donde se pueda convivir desde los valores y riqueza de la Familia de Nazaret y en medio de un ambiente sencillo, de calidad / calidez humana, y de la inmensa y hermosa naturaleza. Fue una experiencia rica y diciente que nos animó a extenderla en nuestras comunidades y a seguir saboreándola en nuestro interior.
Cada día era espacio para disfrutar una experiencia nueva. Desde la mañanita comenzábamos con un rato de encuentro con Dios y luego nos proponían algunos puntos para reflexionar, junto a algunos textos bíblicos que nos ayudaban a profundizar. Con estas invitaciones y después de desayunar, cada uno salía a sus labores de trabajo (Cocina/casa, trabajo de campo, panadería, etc.). A mediodía y después de una buena jornada de trabajo, regresábamos a la casa donde junto al almuerzo, compartíamos la experiencia vivida en cada sitio, haciendo posible un ambiente de familia, de acogida y de comunidad.
En las tarde hacíamos una largo rato de oración personal recogiendo la experiencia de la mañana y orientados por las reflexiones y vivencia de los Hermanitos. Al caer la tarde nos encontrábamos de nuevo en torno a la Palabra y con Jesús celebrábamos los regalos que íbamos descubriendo. Toda esta riqueza estaba envuelta en el ambiente ecológico que se puede respirar en el pueblo.
Cada uno de los que participamos quedamos con el corazón agradecido y con el deseo de seguir cultivando esta vivencia en nuestro ser interior y en la vida ordinaria junto a nuestras familias y comunidad. Sabemos que Él seguirá acompañando este caminar y que junto podremos seguir trabajando con sentido, para ir construyendo el Reino.