Volver a JESUCRISTO, recuperar la COMUNIDAD y relanzarnos a la MISIÓN.
Iniciamos una nueva andadura… El día 21 de septiembre, fiesta de San Mateo, se reúnen las Hermanas del Equipo General, en la Comunidad de Amapolas, Madrid.

En concreto están presentes: María Nieves Báez, Ani Díaz, Pilar del Barrio, Norma Burgos y Lola Marrero con Pino Calderín.
Como introducción a sus trabajos celebramos una Eucaristía comunitaria presidida por el P. Jesús Espeja O.P. que compartió fraternal y brevemente tres de entre otras sugerencias que el Papa Francisco había dado a los Frailes reunidos en su Capítulo General.
No podemos evangelizar sin antes ser evangelizadas. Esto no significa volver a la antigua observancia, sino que hemos de madurar personalmente nuestra experiencia de Dios, algo imposible si no cultivamos la interioridad bien entendida y la ilusión y el empeño por ser una misma, descubriendo desde ahí nuestro lugar dentro de la propuesta evangélica.
Nuestra mirada atenta y amplia para descubrir la “sed” de nuestro mundo: sed de verdad, de una palabra liberadora, de gestos de ternura y fraternidad. Y solo seremos predicadoras si somos capaces de salir a saciar esa sed.
Cuando despertemos ante el grito de los pobres y desheredados de nuestro mundo, y recuperemos la verdadera compasión viendo el deterioro de nuestros hermanos, podremos responder con apasionamiento en la vida y en la organización de las comunidades y concretar así nuestro Carisma Dominicano.
En conclusión. Vivir la experiencia de Dios revelado en Jesucristo, nos exige: Conocer la realidad de nuestro mundo, discernir sobre las causas de la injusticia y de la pobreza, y actuar en consecuencia. Esto no se dará, sin una formación adecuada y muy necesaria.
A continuación las Hermanas se reunieron primeramente para recoger el testigo de manos de Pino Calderín y Hermanas del Consejo anterior. El nuevo Equipo sigue reuniéndose estos días siguientes para tratar de dar respuestas a lo que el reciente Capítulo General ha esbozado como urgencias y desafíos en esta nueva etapa que la Congregación comienza.
Son claves de nuestra identidad que desde el Capítulo se nos proponen para revitalizar el PROYECTO CONGREGACIONAL.