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Hacemos memoria de la vida en la congregación. XIX CG, Caleruega, 22-07-2016


Hacemos memoria de nuestra vida como oportunidad para reconocer, reconducir y celebrar... con la mirada en una perspectiva alta y un corazón grande que bombee con fuerza para que a todos llegue la vida" (como la jirafa)

Hoy ha sido un día de mucho trabajo, donde hemos tenido que poner toda nuestra energía y corazón para acoger la realidad planteada por el Equipo General y por cada una de las Provincias que han presentado sus memorias. Una profundización de los aspectos que conforman toda nuestra realidad y que nos ayuda a tomar el pasado como empuje para seguir caminando.

Comenzamos el día con la celebración de la eucaristía, compartida con las hermanas de Clausura, los dominicos y los novicios que están pasando unos días aquí. La festividad de Mª Magdalena nos ayudó a recordar que somos discípulas, seguidoras de Jesús, y con una entrega, que al igual que la de Mª Magdalena, tiene que estar cargada de generosidad y amor al otro.

Durante todo el día las hermanas del Equipo General, las Provincias que no pudieron exponer ayer y la Ecónoma General, nos compartieron sus preocupaciones, sus ilusiones y los retos que tenemos por delante. Experiencias de vida compartida, reflejo de esfuerzo en el trabajo y de ilusión por caminar para que nuestras comunidades y obras sean testimonio de una vida entregada durante tantos años y con un futuro que se nos presenta lleno de retos y de muchas posibilidades.

También se hicieron presentes las hermanas más jóvenes de la Congregación, por medio de unas grabaciones que fueron escuchadas por toda la Asamblea… Interrogantes, alegría, exigencia en sus vidas y testimonio de una savia nueva que da vida a nuestra Congregación y que nos compromete en un acompañamiento y cercanía.

Finalizamos el día con la oración, después del trabajo realizado necesitamos un espacio de serenidad y de encuentro en el silencio. Las hermanas de la Provincia del Pino, nos facilitaron este espacio. El símbolo que ayudó a centrar nuestra oración fue una caja, con imágenes diferentes de santo Domingo. Nos acompañará en distintos momentos y nos ayudará a descubrir el horizonte: amplio, abierto, limpio… el que tantas veces contempló Santo Domingo. Él se lanzó a descubrir lo nuevo y dio respuesta a los retos de aquel momento histórico… Nuestra petición ha sido: “Enséñanos a buscar, a preguntar, a llamar, a descifrar, a adivinar… Enséñanos, Santo Domingo, a ser discípulos de Jesús".

Y llegó el merecido descanso…para poder seguir mañana respondiendo a los retos que van surgiendo en este Capítulo General.