Un corazón saludable
Misión Compartida
Semana Solidaria del Colegio Santa María de Yermo. Abril 2010
“Tiene un corazón saludable”. Así nos habría diagnosticado el médico, si la Semana Solidaria de Acción Verapaz que ha celebrado nuestra Comunidad Educativa de Santa María de Yermo, entre el 12 y el 18 de abril, hubiera sido el chequeo anual de nuestro corazón. Y no por los 20.000 euros recogidos con el esfuerzo de todos, para los proyectos solidarios del Centro de Formación Integral en Barquisimeto (Venezuela) y del Banco de Alimentos de la “Parroquia de la Resurrección” en Carabanchel (Madrid). Sino, sobre todo, por la implicación –que no sólo colaboración– de todos los que integramos la Comunidad Educativa del Yermo: personal del colegio (profesores, dominicas, PAS), alumnos y alumnas, y familias. El Yermo tiene un corazón que bombea solidaridad y vida a buen ritmo. Como el que simboliza la línea educativo-pastoral que hemos trabajado en este tiempo de Cuaresma-Pascua: un puzle de piezas de diferentes formas y distintos colores, que encajan juntas y dibujan la imagen de un corazón.
Porque así ha sido también el desarrollo de esta Semana Solidaria: un puzle de piezas diversas. Las del personal del colegio, bien encajadas con los alumnos mayores de ESO y Bachillerato, que dejaron la tarde del viernes para sacar adelante los juegos, la gymkhana, el karaoke y la merienda, en los que participaron muchos alumnos de Infantil y Primaria. ¿Algunas muestras? La diversidad de las caras pintadas de los más pequeños jugando con alumnos de bachillerato; la cooperación de los niños de Primaria, superando juntos las pruebas que les plantearon los chicos y chicas de la ESO; y toda la creatividad de las actuaciones en el karaoke de los “artistas” mayores de la Primaria (en la que se adivinaba la mano solidaria de algunos padres), junto a las acertadas valoraciones de un competente jurado de maestros, que supo consensuar premios para todos, acreditados en los diplomas que recibieron al final los participantes.
Buen encaje de piezas diversas hubo también en las fiestas nocturnas para los chicos y chicas de los cursos de la ESO. Bailaron y se divirtieron “juntos, en armonía” –como reza el lema pastoral de este año–, vestidos de “punta en blanco” o con originales disfraces; y descubrieron que generar vida para otros no está reñido con pasar un rato “de buen rollo”. El mismo que, por cierto, también había entre los profesores que les acompañaron hasta cerca de la medianoche.
Y aunque la lluvia impidió, la mañana del sábado, que la solidaridad se hiciera deporte o el deporte solidaridad –que lo mismo me da–, este corazón saludable del Yermo bombeó también mucha vida para los demás mediante los espectáculos de baile que las alumnas, pequeñas y mayores, ofrecieron las tardes del sábado y del domingo, tras muchas horas de constante ensayo sobre las tablas, guiadas por sus profesoras. O por medio del maratoniano mercadillo, en el que las familias dejaron numerosas mañanas y tardes de su tiempo durante las semanas de preparación y los días en que se desarrolló. Una tienda que ofreció un verdadero trueque de solidaridad: el tiempo dedicado y los productos donados se intercambiaron por la colaboración económica de todos.
Finalmente, todos estos latidos de solidaridad se hicieron eucaristía, fiesta y alimento al compartir la misa dominical y los aperitivos y el café solidarios, preparados por las familias. Como enseñaba el evangelio del día, recogimos una red solidaria abarrotada de peces, que es signo palpable y actual de la Vida abundante de la Pascua del Señor. Una vida que hemos descubierto juntos como riqueza “al compartirla en un proyecto educativo común, desde el respeto a los demás”, como señala nuestro objetivo general para este curso. Una vida que hemos de agradecer a la generosidad de todos. Una vida que está generando vida abundante en Barquisimeto y en Carabanchel. Y una vida que muestra que nuestra Comunidad Educativa de Santa María de Yermo goza de un corazón saludable.
L.d.B.
Colegio Santa María de Yermo