Hacia la familia evangélica D.M.S.F.
Misión Compartida
I Encuentro de Laicos vinculados a la Congregación, celebrado el 20 de febrero de 2010, en Caracas.
Después de haber hecho un largo recorrido junt@s como familia, nos detuvimos a pensar cómo seguir caminando más evangélicamente en medio de cada una de las realidades en las que nos toca vivir, con el talante tan específico de la gran familia dominicana.
Dónde y cuándo ocurrió tal acontecimiento? En la ciudad de Caracas, el día 20 de febrero de este año.
Para quienes asistimos, llamarnos “laic@s dominic@s misioner@s de la sagrada familia”, es todo un logro, un regalo muy grande. Aunque los títulos no son lo más importante, afectivamente, éste, representa la formalización de un nexo de un gran número de hermanos y hermanas que queremos seguir comprometidos en el anuncio de la Buena Nueva al estilo de las Dominicas Misioneras de la Sagrada Familia, con su carisma y su modo de seguir las huellas de Jesús de Nazaret y de Domingo de Guzmán.
De todas las comunidades de Venezuela donde las Hermanas están presentes, nos reunimos en el colegio Santo Domingo de Guzmán, para pensar el modo de organizarnos, consolidarnos y funcionar como un grupo dador de vida en cada sitio donde nos encontramos.
Orar, compartir las expectativas, los sueños, las vivencias que cada uno traía en su mochila, reflexionar juntos sobre los nuevos senderos a recorrer, enmarcar toda nuestra reflexión desde la luz que el Centenario de la Pascua de la M. Pilar y ver como actualmente su mensaje y vida nos siguen abriendo caminos, podría asemejarse a una melodía armónica en la que cada un@ ofrendó su mejor nota.
Seguir empapándonos de la espiritualidad de los fundadores, de su humanidad, seguir descubriendo que es importante “la unión y la comunión entre todos. Identificar aquello que nos une. La identidad que requiere la valoración de los dones y las diferencias personales que están allí para enriquecernos. Nuestra primera misión es formar comunidad. La misión es única pero compartida desde diversas vocaciones”. Todo esto es un camino que cada uno vive como misión y con mucha pasión.
Queremos dar gracias a Dios, que ha puesto esta oportunidad en nuestras manos, de seguir expandiendo la semilla de este carisma eclesial por todos los caminos donde somos presencia y vida. Que sea Él quien fortalezca este deseo de comunión entre nosotr@s y con tod@s.
¡Seguiremos comunicándoles los siguientes pasos de este grupo que desea hacer caminos de fraternidad, de VIDA!
¡¡¡Hasta el próximo encuentro…!!!!